La revisión de las cabecitas en casa: una tarea pendiente

El primer signo de piojos es rascarse la cabeza. De hecho, los piojos viven donde encuentran calor y humedad y se aferran al cabello para alimentarse de la sangre mordiéndose la cabeza. Es la saliva de los piojos la que provoca el picor. Revisar a un niño con piojos es lo más fácil porque, a diferencia de los adultos, no tienen reparos en rascarse la cabeza lo más fuerte que pueden, donde sea y cuando sea. Pero a pesar de su facilidad, la revisión de las cabecitas en casa es una tarea pendiente para muchos hogares. Por falta de tiempo o por el ritmo que llevamos se nos pasa hacerlo con la frecuencia adecuada.

Piojos, ¿cómo son?

Los piojos son insectos de 1,5 a 2 mm de largo. De color marrón/gris, su cuerpo es semitransparente y se puede ver a través de la sangre succionada. Para reconocer los piojos, también puedes observar su forma de moverse. O deambulan por el cuero cabelludo o están adheridos a un cabello.  Ojo, también puedes detectar liendres , es decir, huevos de piojos . Una liendre muerta es una pequeña bolsa blanca que se adhiere al cuero cabelludo. Cuando las liendres están vivas y darán a luz un piojo, son más transparentes y quedan firmemente adheridas a la línea del cabello. Después de un tratamiento, es imprescindible peinarse con diligencia. Si los piojos muertos se caen fácilmente, las liendres permanecen firmemente adheridos y no se lavan. Así podemos encontrarlos meses, incluso años, después de haber sido tratados.

Rascarse mucho puede provocar llagas en el cuero cabelludo, lo que es otra pista para detectar piojos en la cabeza. Estas heridas constituyen un perfecto terreno de juego para los piojos que, atraídos por ellas, no dudan en chupar sangre para alimentarse. ¿Tu hijo se rasca la cabeza? Puede que tenga piojos, pero eso no es seguro. Es por ellos que hoy te explicaremos cómo proceder. Comienza colocando a tu hijo debajo de una lámpara que proporcione muy buena luz. Fíjate en el cabello cerca de las raíces, especialmente detrás de las orejas y en la nuca. Sepáralos para ver si encuentra piojos o liendres. En caso de duda, cuando vea un punto grisáceo, pellizcalo entre el pulgar y el índice. Si se queda pegado al cabello y solo puedes quitarlo deslizándolo por el cabello, ¡probablemente sea una liendre!

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